Cables y garras

1. generalidades: preparación

Antes de intentar volver a soldar las puntas rotas, debes hacer algunos ejercicios preliminares con alambre redondo (por ejemplo, Au 585).

Endereza los extremos del alambre con una lima. La rebaba resultante puede soldarse como material adicional.

2. en general: preparar el electrodo

El electrodo debe estar siempre bien conectado a tierra para poder tocar la junta con precisión.

¡ATENCIÓN! La primera soldadura por puntos debe hacerse en una pieza de prueba con un electrodo recién rectificado para «trabajar» el electrodo.
Los demás puntos de soldadura serán más uniformes.

3. en general: conecta los extremos de los cables

 Sujeta los alambres de forma que los extremos queden exactamente uno al lado del otro .
  A continuación, coloca la punta del electrodo verticalmente sobre la junta y haz una soldadura por puntos con una potencia de baja a media y un tiempo de impulso corto.

4. en general: Fijar soldaduras por puntos

Para conseguir una soldadura lo más duradera posible, los alambres pueden presionarse ligeramente entre sí durante la soldadura.
Esto crea un ligero engrosamiento, haciendo que la soldadura sea más estable.

Ten cuidado de no seleccionar una potencia de soldadura demasiado baja.
Los puntos de soldadura deben penetrar al menos la mitad del grosor del alambre.

5. ampliar Krappe: Preparación I

Lima un alambre de la misma aleación y grosor para darle la forma correcta.
Esto puede variar mucho dependiendo de dónde se haya roto la púa.
Deja la rebaba resultante como material adicional.
Las formas posibles podrían ser

6. ampliar Krappe: Preparación II

Intenta siempre limar el alambre de modo que sobresalga ligeramente por encima de la piedra, para que luego tengas que doblarlo menos.
El alambre debe estar suavemente recocido, lo que facilita su reafilado.
Lima también la garra rota para que encaje

7. empezar a soldar

Recuerda que ahora el hilo es mucho más fino donde quieres soldarlo.
Tenlo en cuenta al seleccionar la potencia de soldadura.
Si cubres la piedra con cinta adhesiva, evitarás que se ensucie.
Para minimizar los daños a la piedra, suelda siempre con el menor tiempo de pulso posible.
Empieza siempre a trabajar con poca potencia y, si es necesario, ve aumentándola gradualmente.
Ten en cuenta que demasiada potencia puede poner en peligro la piedra.

7. terminar el trabajo

Si es posible, trabaja desde el exterior, es decir, el electrodo no debe moverse hacia la piedra durante la soldadura.
Comprueba la temperatura de la piedra con el dedo después de cada punto de soldadura y deja que la pieza se enfríe si es necesario.
Termina el trabajo limpiando y repasando la piedra

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